- Escrito por Edwin Umaña Peña
- Publicado en Cómic y novela gráfica
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"Watchmen" de Alan Moore (I)
El Doctor Manhattan
Gracias a los "Watchmen" Estados Unidos gana la Guerra de Vietnam
El Comediante
Luchar contra el crimen no tiene valor alguno
Pero en este contexto donde, en apariencia, Estados Unidos representa la libertad y la democracia, los valores del mundo occidental, se esconde una realidad, dura e implacable, en la que el ser humano se diluye en el individualismo y la crueldad. Los super héroes, los vigilantes enmascarados son seres marginados, solitarios y amargados.
El personaje de Rorschach representa esta cruel realidad: estos superhéroes, que se embarcaron en la lucha contra el crimen y la injusticia, terminan devorados por un mundo donde, justamente, el crimen y la injusticia conforman la dinámica del poder. No es en vano que el vigilante enmascarado que más éxito y reconocimiento tuvo fue aquel cuyas fronteras éticas estaban más diluídas: el Comediante, un psicópata, mercenario de Vietman, que cometió excesos y abusos contra los vietmanitas del viet-cong. Es Rorschach, un superhéroe paranoico y amargado, quien tiene claro que este no es un mundo en el que luchar contra el crimen represente un valor, y que detrás de un vigilante puede haber un gran criminal.
Los Minutemen
Los superhéroes: seres escépticos, amargados y solitarios
En la novela, la aparición de los superhéroes se debe al cómic, ya que muchos lectores de cómics se transforman en superheroes, motivados por el deseo de justicia y de tener un mundo mejor. Esto no es nuevo para nuestra tradición occidental, ya lo habíamos visto en el Quijote. Tanto aquí, como en la obra de Cervantes, la vida real se devora a los héroes y superhéroes. Sin embargo, en "Watchmen" es mas amargo y desolador si nos enfocamos en el personaje de Rorschach: los superhéroes terminan siendo seres escépticos que caminan solitarios por las calles de la ciudad.
Pero no todo es oscuro. Por un lado, en “Watchmen” tenemos el deambular de un hombre, Rorschach, que creyó en los valores del sueño americano de los años cincuenta, luchó como superhéroe por estos valores, y pronto descubrió que esto no era más que una fachada, un discurso para adoctrinar y engañar a los ciudadanos. También tenemos a dos superhéroes, Buho Nocturno y Espectro de Seda, que, aunque también reconocen la futilidad de luchar contra la injusticia, descubren el amor. Finalmente, los únicos superhéroes con verdaderos superpoderes, el Doctor Manhattan y Ozymandias, salvan al mundo, aunque a costa de la muerte de la mitad de la población de New York. Una amarga victoria.
El Comediante y Rorschach
Un mundo sin solución
De esta forma la novela muestra un mundo sin solución, lleno de mentiras y manipulación, en el que la mayoría de la sociedad no tiene reparos en admitir que vive en una gran farsa y aún así persiste en ello. Esta es la esencia de la posmodernidad, el saber qué pasa y el saber por qué pasan las cosas y aún así no evitar que sucedan, no hacer nada.
En medio de esto el amor es el consuelo para quienes no admiten esa farsa. Al final el lector o lectora, amante de los cómics, se encontrará identificada/o con Rorschach, el chico que se creyó las historietas de superhéroes, y que al crecer y ser uno de ellos, se da cuenta que este mundo no merece tal sacrificio. También habrá otro tipo de lectores y lectoras que opten por identificarse con Buho Nocturno y Espectro de Seda, y vean el amor como el último y real refugio ante la decepción.
Buho Noctuno y Espectro de Seda
Edwin Umaña Peña
Escritor, guionista y docente universitario.
Autor del libro de cuentos "Amor Sexo Decepción" (2021) y de la novela "La conspiración de los farsantes" (2017).